Una vez que se le diagnostica la ERC, puede parecerle que todo ha cambiado. Los desechos comienzan a acumularse en la sangre y puede sentirse enfermo y manifestar síntomas tales como dolor de cabeza, náuseas, hinchazón e incluso mal aliento. No existe ninguna cura para la ERC, pero si esta progresa hasta la fase 5, hay tratamientos para la insuficiencia renal que pueden ayudar a hacer el trabajo de sus riñones cuando estos dejan de funcionar.
Estos tratamientos son diálisis, trasplante de riñón y atención conservadora.